Su observación sistemática
de los ciclos naturales del sol, la luna y demás astros del firmamento, les
permitió a los mayas ajustar sus calendarios respetando estos ciclos. Kukulcán, es un enorme, PERFECTO y
tridimensional calendario, donde podemos observar sus conocimientos
matemáticos, astrológicos, filosóficos, religiosos y geométricos.
Sus cuatro lados
representan la fuerza de los 4 elementos que la agricultura requiere; La Madre
Tierra, el Padre Cielo (Aire), la Hermana Agua y el Hermano Sol (Fuego). Los
cuales, cuando la agricultura no se diferenciaba del ser, nos representaban
también: “Tierra es mi cuerpo, Agua es mi sangre, Viento mi aliento y Fuego mi
espíritu”.
Sus cuatro escalinatas con
91 escalones, están relacionadas con la duración de las cuatro estaciones del
año, sumando en total 364 días para completarse con el último peldaño de la
plataforma superior, dando un total de 365 días.
Sus nueve niveles
representan los nueve niveles del inframundo, lugar de reposo de las almas, el
oscuro lugar desde donde renacía la vida, gestándose en un periodo de nueve
lunas.
Las escalinatas de la
pirámide, no corresponde exactamente a los cuatro puntos cardinales, siendo
dicha variación totalmente premeditada y calculada para obtener efectos de luz
y sombra que anuncian la llegada de los solsticios, iluminando 2 caras de la
pirámide y manteniendo en sombras las otras 2. O para celebrar el descenso del
dios Kukulcán a la Tierra en los días del equinoccio, cuando la esquina NE de
la pirámide comienza a proyectar su sombra sobre aquel muro y entre las
esquinas de sus 9 niveles quedan espacios triangulares plenamente iluminados,
de tal modo que lo que vemos es una auténtica serpiente de unos 35 metros de
longitud con su cabeza emplumada en la parte inferior.
Hay muchos más detalles,
más números mágicos y poderosos, más acontecimientos astronómicos y
calendáricos de relieve. Pero este Blog, no es de arqueoastronomía, sino de
analogías de empresas; y si te compartí toda esta información es para
trasladarnos al siglo XII d.C. cuando se desarrolló la construcción de esta
pirámide (cuya subestructura por cierto, es una pirámide más antigua,
construida también con 9 niveles).
¿Te imaginas el inicio de
un proyecto tan impresionante? ¿A quién se le ocurrió? ¿Quién lo diseño? ¿Quién
lo propuso? Lo cierto es que la pirámide de Kukulcán nació en los sueños de “alguien”.
“Alguien” quien al compartir su “Visión”, logro obtener la ayuda necesaria para
convertirla en realidad.
Imagina a ese “alguien”
describiendo todas las características que deseaba plasmar en esta estructura. Seguramente,
como toda GRAN idea, inició con un GRAN “Eso es imposible” y seguramente,
imaginarios o reales, debió sortear miles de obstáculos para su realización.
Como podrás imaginarte, el
poder de una Visión nos hace vencer los obstáculos más complicados. La Visión
te señala el destino y entre más detallada sea tú idea, te señalará también el
camino que debes seguir.
¿Cuántos sueños hay en tú
mente, deseando materializarse?, ¿Cuántos planes o proyectos no han terminado
de concretarse?, ¿Has visualizado tú futuro una vez logrado tú objetivo? No
importa cuál sea tú sueño (objetivo, meta o como te guste llamarlo): construir,
crear, obtener, aprender, ganar… Inclusive para algunos, tener una Visión, les
implica tener una vida con significado, saber que quieren y como conseguirlo.
Ian Wilson, define a la
Visión, como: "Una declaración coherente y poderosa de lo que el negocio
es y lo que debería de ser a 3, 5 o 10 años". Y aún cuando la mayoría de
las definiciones de Visión se refieren a temas empresariales, espero ya haberte
persuadido, de que formules una para ti.
Anoté esta definición en
particular, para destacar la palabra “Declaración” y la asociaré a algunos de
sus sinónimos como afirmación, aseveración, o revelación para recordarte una
frase que seguramente ya habrás escuchado: “Sí
lo crees, lo creas”. Diría Bernard Shaw… Imagina lo que deseas, desea lo que imaginas y finalmente crearas lo
que deseas.
“La Visión es el resultado de nuestros sueños
en acción”. Aunque todos podemos tener sueños, solo transformándolos en Visión,
podremos recrear en nuestra mente la imagen y
las emociones que nos provocaría sentir que hemos alcanzado esos sueños,
encontrando así la motivación para actuar y comprometernos para conseguirlos.
Una Visión profunda de
nuestro futuro, es el ingrediente clave para lograrlo, tal vez no el más
importante, pero sí el primero.
Así que… te invito a formular
una Visión detallada y positiva del futuro.
Formular: Dale forma a través de
palabras, dibujos, o de construcciones tridimensionales (¿Qué te parece con con
ladrillos LEGO®?).
Detallada: Responde las siguientes preguntas con ideas claras y
coherentes: ¿Qué, cómo, cuándo, dónde, POR QUÉ, quienes?
Si tú idea requiere del
apoyo de más personas para su realización, entre más amplia sea la explicación
de tú visión, los demás podrán visualizar con mayor claridad cómo podrían contribuir
para su realización. Y si les permites retroalimentarte con sus ideas, ya no
solo será tú Visión, lograrías una “Visión Compartida”, en donde todos tendrían
la misma imagen de lo que hay que conseguir y los mismos deseos que tú tienes
por hacerlo realidad.
Positiva:
No importa que estés atravesando el
momento más difícil de tú existencia, crea la imagen de un futuro alentador e inspirador,
que justifique cualquier esfuerzo que se deba hacer para conseguirlo.
Una visión de futuro sin acción, es solo un sueño.
Una acción sin visión de futuro, carece de sentido.
Una visión de futuro puesta en marcha, puede cambiar el mundo.
Joel Arthur Barker
Bueno que te digo, es realmente cierto y concuerdo con ello al 100%, de nuevo gracias!!!
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