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Actitud para triunfar, en sólo 3 pasos


En entradas anteriores de este blog, te he hablado de la Pasión, del Empoderamiento (como acción, no como corriente administrativa), de Neurotransmisores como la Dopamina que en niveles normales de producción,  nos inyecta energía (o poder) para convertirnos en personas activas; que saben lo que quieren y cómo conseguirlo.


Pues bien, me parece que el común denominador en todos estos temas es la “Actitud”, y en este Blog te compartiré unos ejercicios para modificar tú actitud…  Y que el mundo tiemble, porque cuando descubras tus capacidades no habrá nada que te detenga.

Esto te sonará a programación neurolingüística, a ley de la atracción, inclusive a lavado de cerebros, lo cierto es que todas estas ideas comparten fundamentos de orden científico y filosófico, que le dan sentido. Y yo te quiero compartir este material, porque lo encuentro práctico, entendible y porque más que pertenecer a una corriente ideológica, me parece que pertenece al “Sentido Común”

Regresando al tema de la “Actitud”, en su definición más básica, es: “El comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas, a partir de una predisposición aprendida” y John C. Maxwell, lo complementa diciendo que: "La actitud es un sentimiento interior expresado en la conducta".

Seguro conoces o has visto a alguien que tiene  “un no sé qué, que, qué se yo”, esta es la “Actitud” a la que me refiero y la que quiero para ti.

Paso 1. Conviértete en tú fan No.1
Empezaremos a modificar nuestra actitud, eliminando todas esas “predisposiciones aprendidas” que me generen sentimientos que no deseo expresar, por ejemplo: Te dijeron toda la vida “gordito”, “tontito”, “flojito”… etc. No importa lo dulcemente que te lo digan, lo importante es el mensaje y la actitud que te provoca, sobre todo si te lo creíste y si ahora eres tú, el que te lo dice.

Si este es el mensaje que tienes programado: ¿Cómo caminas? ¿En qué tono de voz te expresas? ¿Miras de frente? ¿Te paras derecho? Lo que piensas de ti se proyecta, no solo en lo que haces o en cómo te ves, sino en cómo te sientes, se refleja en tú actitud.

La actitud puede atraer o repeler. Así como la risa y los bostezos son contagiosos, también cuando alguien se siente mal o está a punto de llorar, te puede contagiar sus sentimientos. Una buena actitud atrae por admiración, no solo prefieres estar cerca de alguien que se sienta bien, en el fondo te gustaría comportarte igual.

Entonces  pongamos en marcha el primer paso y conviértete en tú admirador No.1  ¿Cómo? Redescúbrete. En una hoja de papel escribe una lista de TODAS  las cosas que haces bien, todas las cosas que alguien te ha dicho que les gusta de ti, tus valores positivos, las cosas bonitas que tienes físicamente, todos tus logros (esta parte del ejercicio te ayudará inclusive a hacer un mejor currículo). Poner en blanco y negro esta información, te hará conectarte con cosas de ti que ya habías olvidado, o a las que no les habías prestado mucha atención, con cosas que seguramente admiras en alguien más y que ahora sabes que tú mismo las tienes.

Paso 2. Aprende a empoderarte
Una vez hecha tú lista, vas a hacer un ejercicio todas las noches antes de dormir o cuantas veces sea necesario hasta que tú mente se reprograme. Vas a leer  lo que escribiste y vas a recordar uno o varios de los mejores momentos de tú vida, momentos donde conseguiste lo que querías, cuando te graduaste, cuando te dieron un premio, un regalo, el mejor beso de tú vida, etc. y si crees que no tienes recuerdos así, créalos, imagínate que consigues cuanto quieres para tu vida.

Tienes que ver la imagen, escuchar las voces, los sonidos, etc. Como si estuvieras viendo una película, en la que tú eres el protagonista (inclusive imagina como música de fondo aquellas canciones que te gustan y te motivan) Esta película debe ser tan intensa, que te obligue a sonreír.

Cuando evocas estos recuerdos ¿qué sensaciones físicas te provocan? Identifica esa sensación de poder, de euforia, de felicidad y expándela a cada centímetro de tú piel y en ese momento de climax de la sensación, vas a decir una frase o una palabra, que se convierta en tu botón disparador para llegar a esta sensación lo más rápido posible, por ejemplo decir la frase: “Soy una Diosa”.

¿Te imaginas todas las utilidades que le puedes dar a este botón? Te puede ayudar a impactar, convencer, persuadir, seducir, atraer. Serás tú, solo que en la mejor versión de ti mismo.

Paso No. 3 Sí eres el protagonista de tú película, actúa como tal.
¿Si fueras Angelina Jolie, o Brad Pitt estarías sentado como lo estas ahorita? ¿Caminarías como caminas? ¿Te dirigirías a la gente como lo haces? Tal vez no, ojalá que sí. Pues déjame contarte que la mitad de lo que hace que estos artistas tengan tanto éxito es su ACTITUD. 

El ejercicio a realizar, es que varias veces al día o todo el día, si quieres y puedes, te muevas (físicamente) como la persona que más admires, amigos, familiares, estrellas de cine, cantantes famosos, compórtate como la mujer u hombre que quisieras ser. Eres el protagonista de tú película y tú papel es el de una persona muy segura de sí misma, que logra todos sus objetivos, con la que todos quieren estar.

¿Crees que no tienes la capacidad de actuar? te recuerdo cuando… haz actuado “amable” con la gente que no soportas, haz actuado “serio” con tus suegros o el jefe de tu trabajo y hasta actúas "valiente" cuando la situación lo requiere.
     
Crea tú nuevo personaje sumando cosas que quisieras tener, más todas las buenas que ya tienes, y practica, practica, practica.  Algo que inicia como imitación poco a poco, se volverá parte natural de tú forma de ser.

Piénsalo.... ¿quieres ser el espectador de la película.... o el protagonista?

Si supieran las cosas que leo… esta información llegó a mí, a través de la página de internet de Leonel Castellanos, autor del libro “El efecto Leopi, como conquistar la mente, el corazón y el cuerpo de cualquier persona”, ¿Qué les contaré cuando lea “De novato a Chingón, en 17 sencillas lecciones” de Enrique Gómez Gordillo?

Me despido recordándote que:
 “SI ALGO ES POSIBLE PARA ALGUIEN, ES POSIBLE PARA OTRO




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