¿Eres el general de tú empresa, de tú equipo de trabajo, de tú casa, de tus compañeros de juego, de tú vida? Cerré el blog anterior planteándote estas preguntas y una amiga me hizo favor de enviarme más cuestiones para reflexionar: ¿El líder nace o se hace? ¿El respeto se puede imponer o se debe ganar? ¿Es una necesidad humana seguir y respetar a alguien? ¿Se puede distinguir a los ídolos que se crearon de barro, o si existe esa necesidad es capaz de cegarnos? Podría asegurarte que las respuestas que has formulado a cualquiera de las preguntas anteriores, han traído varios rostros a tú mente… políticos, jefes, maestros, padres y/o a cualquier ídolo o héroe que te hubieras creado en cualquier ámbito, deportivo, histórico, artístico, etc. Así que conserva esas imágenes y sigamos conociendo la ideología que Sun Tzu expuso respecto al papel del General, a sus atributos y su trascendencia para obtener la tan ansiada victoria (y que conste que ya había pedido disculpas por el
Principios, técnicas, estrategias y conocimientos administrativos que se pueden aplicar a la vida real y viceversa.